Benson Latin American Collection

Genealogía circular

Nettie Lee Benson Latin American Library, University of Austin, Texas

Circular Genealogy. Ex-Stendahl collection 1964.19. Una hoja, papel europeo.

Esta “genealogía circular” proviene de la colección de Lorenzo Boturini. En el llamado Inventario de Balbuena figura como “N. 9 inventario 3”. Parece ser que su única publicación ha sido en Peñafiel, 1890. En el Guide to Ethnohistorical Sources aparece con el número 235 como “Genealogía circular de los descendientes de Nezahualcóyotl”, colecciones ex-Boturini y ex-Stendhal, con esta útil descripción que traducimos del inglés:

La parte inferior del manuscrito es una genealogía de 47 indígenas: las ocho esposas y los descendientes de (?) Ixtecatzin. Cada una de cinco generaciones forma uno de una serie de círculos concéntricos. En la segunda generación aparecen ya nombres cristianos. En la parte superior figura una genealogía relacionada y antecedente de 21 otros indígenas que incluyen a Itzcóatl, Nezahualcóyotl y Nezahualpilli. Dos de las mujeres de la parte superior parecen ser hijas de gobernantes de Otumba y Chimalhuacan.

Gracias a la generosidad de la Biblioteca Benson hemos tenido acceso a un estudio inédito del gran especialista en los nahuas, H. B. Nicholson, estudio que figura en esa biblioteca en forma mecanoescrita y data de 1963. Llegó ahí gracias a Jerome Offner y Gordon Whittaker, quien hizo la transcripción en 2016. La presente descripción se beneficia grandemente de ese inédito del maestro H.B. Nicholson.

Nicholson señala que esta Genealogía circular puede ser fechada en 1550 - 1580 y  que los circulos concéntricos son posteriores y fueron trazados al compás.  Los nahuas utilizaron en otros casos también círculos concéntricos: es el caso del Codex Mexicanus (BNP 23-24).

Todos los personajes de esta pintura son representados con convenciones homogéneas: todos sentados, vestidos de blanco con orillas rojas: la indumentaria prehispánica se prolonga aquí, como un artificio voluntario, hasta la segunda mitad del siglo XVI. Las parejas voltean la una hacia la otra. Salvo la gente del periodo tardío, con nombres españoles y ya sin importancia dinástica, todos tienen su glifo onomástico. Solamente los tlahtoque Tepiciatzin y Mixtecatzin tienen recogido parte de su pelo atrás de la cabeza, y atado con una cinta roja, peinado exclusivo de los gobernantes o de los guerreros de alto rango, denominado temillotl según el estudio de Justyna Olko. Solamente Itzcóatl, Nezahualcóyotl y Nezahualpilli no son representados en persona, sino por su glifo onomástico. Algunas mujeres señalan con la mano hacia la izquierda, otras a la derecha, y aun otras guardan sus brazos atrás del cuerpo. Todas parecen tener el mismo peinado. Todos los personajes son acompañados de glosas que dan sus nombres.

Aunque se le menciona someramente en varios de los muchos estudios, antiguos y recientes, que existen sobre la historia indígena de Tetzcoco, ninguno de ellos, hasta donde hemos visto, se toma la pena de estudiar esta Genalogía circular, a pesar de su riqueza pictográfica y de la información dinástica y genealógica que ofrece sobre los acolhuas (la población de origen chichimeca asentada en Tetzcoco). La abundancia de estudios arroja una miscelánea de maneras de escribir Tetzcoco: Texcoco, Tezcoco, Tetzcoco. Nosotros, siguiendo a James Lockhart, adoptamos Tetzcoco.

Probablemente la ausencia de estudios se deba a que esta Genealogía circular presenta numerosas incógnitas. Para comenzar, no queda claro quién fue su personaje principal, alojado en el centro de sus círculos concéntricos: Mixtecatzin (no Ixtecatzin). ¿Fue tlahtoani de dónde? -no parece haber registro de él en la documentación tetzcocana. Y entre sus descendientes de la post-conquista, hacia el exterior de los círculos, no parecen figurar tampoco personajes conocidos de la historia de Tetzcoco.

Nezahualcóyotl, el tlahtoani (la pintura escribe tlatoani) del esplendor tetzcocano, aparece en la esquina superior derecha de la pintura. A su izquierda, ligado a él por una línea contínua, aparece un hombre llamado Tepiciatzin y, ligadas a este último por una línea punteada, tres mujeres mirándolo. Los dos primeros tienen su tepotzoicpalli, el asiento de petate con respaldo asociado a los tlahtoque, pero a diferencia de Nezahualcóyotl, Tepiciatzin no es llamado tlatoani. No se sabe quién fue Tepiciatzin, no lo encontramos en las obras que consultamos. Nicholson apunta que en esta pintura las líneas punteadas unen a las parejas, las líneas contínuas enlazan con la descendencia. Según esta convención, Tepiciatzin fue hijo de Nezahualcóyotl y las tres mujeres a su izquierda fueron sus esposas.

Nezahualcoyotzin o Nezahualcóyotl no aparece representado en persona; sobre su tepotzoicpalli parece flotar su glifo onomástico, el cual combina un coyote con un adorno azul que rodea su cabeza y cuelga en cuatro partes. Nezahualcóyotl significa coyote hambriento o que ayuna (nezahual-coyotl); el nombre de su hijo y sucesor Nezahualpiltzintli, representado en solitario más abajo y a la izquierda,  significa el hijo que ayuna (nezahual-pil-) y así es aquí representado: una cabeza de niño con el mismo adorno. De modo que este adorno, que parece una bufanda azul, tal vez sea una repesentación del ayuno.

Las tres mujeres de Tepiciatzin son nombradas Teyahualco, Tezcapuctzin ichpuch y Malteotzin ichpuch. Ichpuchtli (o ichpochtli) significa virgen o mujer por casar, pero al estar poseída la palabra, ichpuch (i-ichpuch) significa “hija de”. Tezcapuctzin o Tezcapoctzin era el gobernante de Chimalhuacan contemporáneo de Nezahualcóyotl, instalado en su mando por él. Abajo de Tezcapuctzin ichpuch se dice en esta pintura: ixhuiuh tezcapuctzin cihuatzintli catca, que se puede traducir como: La nieta de Tezcapuctzin fue mujer noble”, o tal vez significa que su descendencia ya no aparece puesto que solo tuvo una nieta, no un nieto.

La hija de Malteotzin (una de las tres esposas del hijo de Nezahualcóyotl) aparece ligada por una raya punteada con Mixtecatzin, quien sería por lo tanto nieto de Nezahualcóyotl. Mixtecatzin es otro tlahtoani sentado en su tepotzoicpalli, que domina el primer círculo concéntrico con sus ocho esposas. La descendencia de cada una se va acomodando, generación tras generación, en los círculos exteriores. En total figuran 16 mujeres y 24 hombres. 24 del total tienen la cara pintada de gris, lo que significa, nos informa Nicholson, que ya murieron, según una convención observada en un documento de Huexotzinco de 1560. Los descendientes de Mixtecatzin son 38.

Ázcatl Xochitzin, que aparece aquí como la primera esposa de Mixtecatzin, era también el nombre de la esposa principal de Nezahualcóyotl. Aquí su glifo onomástico combina el coyote en ayunas con una flor. Pudo ser la misma persona, comenta H. B. Nicholson: Mixtecatzin, nieto de Nezahualcóyotl, se habría casado con su tía-abuela (tía dice Nicholson, pero sería más bien abuelastra), vinculándose así doblemente con su poderoso abuelo. Pero además, en esta pintura, un camino de huellas de pie conduce de Xocotzin (lo cual significa el o la menor), probablemente la hija menor de Nezahualcóyotl, hasta dicha Ázcatl Xochitzin. No quedan claras tantas vinculaciones, pero sí queda claro que resaltarlas en torno a Mixtecatzin fue el propósito principal del autor de esta pintura.

Tlacateotzin, que aparece como el padre de la segunda esposa de Mixtecatzin, pudo ser el gobernante de Tlatelolco (1418-1428). Y el padre de la tercera esposa de Mixtecatzin, Acapipiyoltzin, pudo ser el conocido hijo de Nezahualcóyotl - llamado por Alva Ixtlilxóchitl su mayor-, quien fue regente y guardián de Nezahualpilli durante su minoría de edad.

Fuera de Mixtecatzin y su descendencia, se registran en la pintura cuatro generaciones de la descendencia de Teyahualco, otra de las nueras de Nezahualcóyotl: un hijo de Teyahualco (nieto pues de Nezahualcóyotl) se casó con la hija de Quecholtecpatzin, conocido gobernante de Otompan, contemporáneo de Nezahualcóyotl e instalado en su mando por él. La línea de esta descendencia parece indicar que es siempre por línea masculina. En el Mapa de Quinatzin, tetzcocano, y en la obra de Alva Ixtlilxóchitl aparece igualmente Quecholtecpantzin, de Otompan, así como Tezcapoctzin, señor de Chimalhuacan.

Está desgarrada la franja izquierda del soporte de la pintura, pero alcanzamos a observar otra importante descendencia, la de Itzcoatzin, el tlahtoani de Tenochtitlan, padre según esta pintura de la esposa de Nezahualcoyotzin, el tlahtoani de Tetzcoco. Itzcóatl era pues el suegro de Nezahualcóyotl (aunque Alva Ixtlilxóchitl y otras fuentes de la misma importancia asientan que era su tío). La descendencia que según esta parte de la pintura tuvo Nezahualcóyotl con la hija de Itzcóatl no es clara para nosotros: un hijo (del cual sólo subsisten en esta pintura los pies), con tres esposas, ¿o estas tres mujeres son también hijas de Nezahualcóyotl? El vínculo de Nezahualcóyotl con Itzcóatl es importante porque fue con su ayuda que se deshizo de la opresión tepaneca, y porque la legitimidad dinástica en Tetzcoco en el periodo de la hegemonía mexica se sustentaba en que las madres de los aspirantes al trono, además de ser esposas legítimas, debían pertenecer a la casa real mexica.

Nivelado con esta última generación, aunque sin vínculo aparente, se encuentra el tlatoani Nezahualpiltzintli, en su tepotzoicpalli. El que figure en un vacío se debe tal vez a que no tuvo descendencia legítima, por lo que hubo divisiones y se debilitó la dinastía tetzcocana. A la muerte de Nezahualpiltzintli, escribió el tetzcocano Pomar,  “por no haber hijo legítimo de su legítima mujer” “ha andado el gobierno de su estado por vía de elección en sus hijos que hubo de diferentes madres, de suerte que le han poseído siete hermanos”. También Fernando de Alva Ixtlilxóchitl escribió que Cacama, el sucesor de Nezahualpilli, era ilegítimo, dato que por cierto sorprende dada la abundancia de su descendencia:

Vivió Nezahualpiltzintli cincuenta y dos años y reinó cuarenta y cuatro, y en su tiempo se guardó y tuvo (en cumplimiento) todo lo que Nezahualcoyotzin dejó ordenado y mandado, sin exceder cosa ninguna. Tuvo 69 hijos varones y 66 hijas … Y muerto Nezahualpiltzintli hicieron señor a Cacamatzin hijo suyo (natural) y sobrino de Moteczuma, hijo de su hermana.
Los tres principales altepetl acolhuas fueron Tetzcoco, Huexotla y Coatlichan. En el Mapa Tlotzin aparece la sucesión dinástica tetzcocana desde Tlotzin hasta don Pedro Tetlahuehuetzquititzin, sexto gobernante tetzcocano después de la conquista española (Stories in Red and Black: 186-7). Y escribe Douglas que don Antonio Pimentel Tlahuiloltzin (o Tlahuitoltzin) fue el cacique de Tetzcoco a partir de 1540. Ninguno de éstos parece figurar en esta pintura.  

Bibliografía

Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, Obras históricas, tomo 1, Relación XII. Publicadas y anotadas por Alfredo Chavero.
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Consultado en marzo 2023.

Eduardo de J. Douglas, In the Palace of Nezahualcoyotl: Painting Manuscripts, Writing the Pre-Hispanic Past in Early Colonial Period Tetzcoco, Mexico. Austin, University of Texas Press, 2010.

Elizabeth Hill Boone, Stories in Red and Black. Pictorial Histories of the Aztecs and Mixtecs. Austin, University of Texas Press, 2000.

H. B. Nicholson,  estudio mecanoescrito inédito sobre la Genealogía circular de la Colección ex-Stendahl, 1963. Existente en la Biblioteca Benson.

Justyna Olko, Insignia of Rank in the Nahua World: From the Fifteenth to the Seventeenth Century. Boulder, University Press of Colorado, 2014. 

Antonio Peñafiel, Monumentos del arte mexicano antiguo: ornamentación, mitología, tributos y monumentos. 3 vols. Berlin, A. Asher and Co., 1890.

Juan Bautista Pomar, Relación de Texcoco (manuscrito, 1582. G57-G59, Colección Genaro García, Biblioteca Benson, Universidad de Texas en Austin).  En Joaquín García Icazbalceta, Nueva colección de documentos para la historia de México, vol. III. México, 1891.

Juan de Torquemada, Monarquía indiana (Sevilla, 1615). México, UNAM, Instituto de Investigaciones Históricas, tercera edición, 1977. Volumen cuatro, libro XI, cap. xxvii.