Patrimonio Cultural del Tecnológico de Monterrey

Carta de Guillén de Lampart al rey Felipe IV respecto de las sospechas que pendían sobre el virrey marqués de Villena. Noviembre 28 de 1641.

ITESM, Biblioteca Cervantina, Colección Conway, Papeles de Guillén de Lampart, 157r - 158v

Don Diego López de Pacheco, marqués de Villena y duque de Escalona fue el primer grande de España -máxima dignidad nobiliaria- en ser virrey de la Nueva España. Llegó a México en junio de 1640, después de una travesía en extremo populosa y suntuaria (su flota llevaba más de cien criados y esclavos, muchos de ellos con sus familias, y, “a su propia costa, con su equipaje, doscientas gallinas, doce vacas, doscientos carneros, muchos barriles de frutas en conserva . . ." (1)). En esa nave iban también Guillén de Lampart y don Juan de Palafox, que sería el hombre más poderoso de la Nueva España desde ese 1640 hasta 1649, cuando sus enemigos fueron ya demasiado numerosos- muchas instituciones y poderes locales, los franciscanos, los jesuitas-, y tuvo que regresar a España.

El marqués de Villena era primo hermano del duque de Braganza, quien, en diciembre 1640, como Juan IV de Portugal, independizó la monarquía portuguesa de la española. Esa separación, dos años después de la  rebelión de Cataluña (1638), y aunada al debilitamiento de España por sus varias guerras europeas, provocó la máxima alarma en la monarquía española y un clima de persecución contra los portugueses en los reinos españoles.

Entre los portugueses se contaba un buen número de criptojudíos: después de su expulsión de España por Isabel la Católica el año del descubrimiento de América, 1492, muchos judíos habían huido a Portugal, que entonces era independiente de España. Cuando se incorporó a España en 1580, muchos de esos judíos, ahora para su sobrevivencia cristianos nuevos y muchos de ellos criptojudíos (que seguían fieles en secreto a su religión), se trasladaron a los reinos americanos. El inmenso imperio español del siglo XVI y primera mitad del XVII debió mucho a la movilidad, habilidad, energía e inventiva de los comerciantes portugueses criptojudíos, que manejaban dilatadísimos circuitos comerciales y financieros, entre territorios tan apartados entre sí, como Filipinas y el extremo oriente, pasando por toda la América española, Africa y buena parte de Europa.  La persecución a los criptojudíos portugueses desatada en 1641 y 1642 en la Nueva España condujo al encarcelamiento de poderosísimos comerciantes y sus familias. Tras el auto de fe de 1649 -acompañado de similares persecuciones en todos los territorios bajo la corona de España- la comunidad criptojudía de México fue destruida y las redes comerciales y financieras que manejaba fueron fuertemente golpeadas, y esta destrucción contribuyó fuertemente a la decadencia de los reinos españoles.

Hombre cercano al consejero de Carlos IV el conde-duque de Olivares, Guillén de Lampart llegó a la Nueva España con la misión secreta de intentar proteger a esos comerciantes portugueses, pilares de la potencia comercial que era España. Y este escrito de noviembre 1641, en un momento ya álgido de persecución de los criptojudíos novohispanos, probable borrador de una misiva dirigida al rey pero que no sabemos si recibió, precisamente intenta tranquilizar al monarca respecto de las sospechas que pendían sobre el marqués de Villena y respecto de los rumores que atribuían a la comunidad portuguesa planes secretos para levantarse con el reino.

Aunque no sabemos si se conocían directamente, el visitador y obispo de Puebla Juan de Palafox y Guillén de Lampart coincidieron en la observación cuidadosa de la conducta del marqués de Villena (ver en esta BDMx el Memorial de Juan de Palafox de 1643 sobre el mismo tema). Lampart terminó siendo uno de los protagonistas de la gran intriga que condujo a la deposición del virrey, en un golpe maestro de Palafox, el 9 de junio de 1642.  El encarcelamiento de Lampart, en diciembre de ese año, pudo deberse a una venganza directa del siempre poderoso marqués de Villena.

Lampart coincidió en las cárceles de la Inquisición, desde su encarcelamiento hasta el auto de fe de 1649,  con esos mismos criptojudíos que había intentado proteger. Siguió defendiendo a sus ahora compañeros de infortunio, con nuevos argumentos, en los que aparece la libertad de conciencia, el humanismo, la compasión y la denuncia de una persecución injusta y viciada, orientada al mezquino fin de llenar los bolsillos de los inquisidores.


Bibliografía

Judith Farré Vidal, “Fiesta y poder en el viaje del virrey marqués de Villena (México, 1640)”, en Revista de Literatura (CSIC España), enero-junio 2011, vol. LXXIII, núm.145: 199-218.

Antonio García de León, Tierra dentro, mar en fuera; el puerto de Veracruz y su litoral a sotavento, 1519-1821. México, FCE - Gobierno del Estado de Veracruz - Universidad Veracruzana, 2011.

Jonathan Israel, Empires and Entrepôts: the Dutch, the Spanish Monarchy and the Jews, 1585-1713. Londres, The Hambledon Press, 1990.

_________________, Diasporas within a Diaspora. Jews, Crypto-Jews and the World Maritime Empires (1540-1740). Leiden – Boston - Colonia, Brill, 2002.

Andrea Martínez Baracs, Don Guillén de Lampart, hijo de sus hazañas. México, FCE Centzontle, 2012.



(1) Judith Farré Vidal, “Fiesta y poder en el viaje del virrey marqués de Villena (México, 1640)”: 201.